Carta pública a Gendarmería tras golpiza a reos de la Cárcel de Rancagua

Carta pública a Gendarmería tras golpiza a reos de la Cárcel de Rancagua

La misiva condena enérgicamente "el cobarde atentado contra la vida y dignidad" de los internos de la Cárcel de Rancagua y señala la necesidad de una urgente transformación que garantice, en todas sus dimensiones, la vida de las personas privadas de libertad.

 
Sábado 23 de Agosto de 2014
El P. Luis Roblero sj, Capellán Nacional Católico, y el Rev. Bach. Pr. Luis Mussiett, Capellán Nacional Evangélico, dirigieron una carta al Director Nacional de Gendarmería de Chile, Juan Letelier Araneda. Esto, con motivo de la golpiza que gendarmes de la Cárcel de Rancagua propinaron a reos tras un intento de fuga.

A continuación, publicamos la carta textualmente:

"Las Capellanías de Gendarmería de Chile unidas por la fe y la misión que Dios y el Estado nos confían y en fidelidad a nuestra historia de defensa de la vida y dignidad de todo ser humano, saludan atentamente a usted y expresan su sentir frente a los acontecimientos ocurridos en la cárcel de Rancagua que dicen relación con la violación de los derechos humanos de las personas privadas de libertad.

Sabemos que el trabajo diario de los/as funcionarios/as penitenciarios, en particular de los uniformados/as, es duro y muchas veces en condiciones laborales que no se adecuan a la realidad de precariedad y violencia que caracterizan a no pocas de nuestras cárceles. Reconocemos que una inmensa mayoría de funcionarios civiles y uniformados se entregan con verdadero profesionalismo a la misión que el Estado les confía, manteniendo la seguridad en las unidades penales e implementando programas de rehabilitación para una reinserción exitosa. Nuestro agradecimiento a cada uno/a de ellos/as.

Pero hoy debemos condenar enérgicamente el cobarde atentado contra la vida y dignidad de un grupo de internos del penal de Rancagua. Nada justifica ni hoy ni nunca que una persona sea brutalmente golpeada y torturada, menos por un funcionario público. Chile conoció de cerca este drama por lo que exigimos al Estado de Chile poner los medios necesarios para que se garanticen los plenos derechos de las personas privadas de libertad o bajo la custodia del Estado.

Vemos con satisfacción como Gendarmería ha dado grandes pasos en gestión carcelaria y en materia de DD.HH., pero lo ocurrido en Rancagua, el silencio que se guardó durante mucho tiempo, la impunidad en la que quedó el delito y la justificación de la golpiza que algunos han levantado, nos alertan de la necesidad de una urgente transformación que garantice la vida en todas sus dimensiones de las personas privadas de libertad.

Sólo así podremos también cuidar con mayor decisión la vida de nuestros/as funcionarios/as. El trabajo penitenciario se desarrolla en condiciones altamente complejas por lo que también se hace necesario tomar conciencia de la necesidad de mejorar los estándares laborales de los/as trabajadores/as penitenciarios. Bajo ninguna circunstancia se puede justificar la más mínima violación de los DD.HH. de cualquier ser humano; y de la misma manera, nada justifica que el Estado no entregue las herramientas necesarias para que los funcionarios públicos desarrollen de manera segura y con excelencia su trabajo.

Hacemos esta declaración desde el total apego a nuestras responsabilidades como Capellanes Nacionales de Gendarmería sabiendo que usted y los lectores de esta misiva entenderán nuestros sentimientos de ser luz y esperanza en un mundo tan oscuro como son las cárceles de cualquier país del mundo. Al mismo tiempo, manifestamos nuestra fidelidad a la misión institucional y nuestra plena colaboración para avanzar, junto a todos los capellanes de Chile, en una mayor conciencia sobre los DD.HH. e incidir para fomentar climas de paz y respeto en la cada una de las unidades penales del país".

Fuente: Comisión Nacional de Pastoral Carcelaria

Santiago, 23-08-2014