El Instituto Cat贸lico Chileno de Migraci贸n (INCAMI) Organismo de la Conferencia Episcopal de Chile para las Migraciones, hace una revisi贸n de la situaci贸n migratoria en el pa铆s y plantea algunos elementos para mejorar la situaci贸n de una realidad que nuevamente impacta, tras lo sucedido hace unas semanas en la localidad fronteriza de Colchane.
Seg煤n datos del Ministerio de Interior, en el a帽o de 2020 se registraron 13.656 ingresos por pasos no habilitados a Chile, la cifra m谩s alta de los 煤ltimos tres a帽os. Encabeza el listado de ingresos la comunidad Venezuela, con 10.213 personas, seguido por ciudadanos haitianos (980), colombianos (682) y bolivianos (675). Los a帽os anteriores, las cifras llegaron a 8.050 en 2019; 6.310 en 2018; y 2.903 en 2017.
La mayor铆a de estos ingresos se dan por la frontera norte de Chile provocando diferentes posturas con relaci贸n al tema. Algunas van desde mirar a los migrantes con desprecio y catalog谩ndolos como invasores, hasta quienes se enternecen y sienten compasi贸n delante de mujeres y ni帽os recorriendo el duro desierto para encontrar un mejor ma帽ana, o, la protecci贸n que les es negada en otros lugares del continente. M谩s all谩 de la postura que tomemos, debemos tener la claridad de que se trata de seres humanos en condiciones que no son solo migratorias, ni solo de personas solicitando refugio, se trata de una cuesti贸n humanitaria. Esto no se logra de otra manera que no sea escuchando su realidad, sus motivaciones, sus sacrificios, sus historias de traves铆as para llegar a Chile, para entender que son personas buscando sue帽os que cualquier ser humano en condiciones semejantes har铆a para dar un mejor vivir a su familia.
Muchos pueden pensar que este no es momento para viajar, que la cuesti贸n sanitaria debe hacer que permanezcamos en casa, pero cuando no vivimos lo que muchos de ellos han vivido, cuesta entender que, huir de su pa铆s de origen es una cuesti贸n de sobrevivencia, pues, los y las migrantes no son el problema, la verdadera causa de su proceso migratorio si lo es. Por consiguiente, no se conseguir谩 detener la migraci贸n con una ley mucho m谩s restrictiva o con medidas restrictivas, y, no es una cuesti贸n pol铆tica, es un tema humanitario. Al contrario, estas medidas restrictivas son caldo de cultivo para el surgimiento de redes de tr谩fico y trata, de vulneraci贸n de derechos, de explotaci贸n laboral de las personas, donde tal vez los m谩s afectados son los migrantes y dentro de ellos, los menores que no eligieron migrar y quienes sufren, sin comprender la realidad de hambre, de frio, de dolor y de desarraigo.
Antes de definir si la situaci贸n que vive Colchane es una realidad migratoria o humanitaria, es necesario comprender por qu茅 llegamos hasta aqu铆 y qu茅 se podr铆a hacer para mejorar la situaci贸n:
1. Esta no es la primera crisis con personas migrantes que estamos viviendo en los 煤ltimos meses. El estallido social, evidenci贸 la carencia de redes de los migrantes y siendo los primeros a perder sus empleos, se fueron a las periferias ante la imposibilidad de pagar arriendos altos en la ciudad. Posteriormente, en el contexto de pandemia en el primer semestre de 2020, muchos se sintieron abandonados por sus autoridades consulares, incluso para entrar en sus propios pa铆ses.
En el caso particular de Venezuela, delante de un contexto pa铆s que se viene agravando y generando la salida de m谩s de 5 millones de sus connacionales en los 煤ltimos 5 a帽os, muchos de ellos ya con v铆nculos con Chile, en parte porque su familia ya se encontraba aqu铆 y en parte porque Chile abri贸 sus puertas a recibirlos con una invitaci贸n, que posteriormente se materializar铆a en la creaci贸n de la visa consular, conocida como Visa de Responsabilidad Democr谩tica (VRD). En esto no radica la dificultad. Esta comenz贸 cuando delante de un contexto de creciente necesidad, muchos, haciendo uso de esta posibilidad tramitaron sus visas de manera consular, con respuestas negativas en buena parte, tambi茅n restrictivas delante de carecer de un documento que, si hubiese voluntad, se podr铆a solicitar no negando el tr谩mite, no oblig谩ndolos a reiniciar el tr谩mite con procesos que demoraron hasta un a帽o, sino siendo m谩s educativos que punitivos. Adem谩s, empatizando con la situaci贸n que viven en su pa铆s.
El culmen de la situaci贸n que evidenci贸 la llegada masiva de personas, lo vimos con el cierre administrativo de miles de solicitudes de VRD o de Turismo consular, sin tener la consideraci贸n que la imposibilidad de viajar estuvo relacionada a la pandemia. En un contexto donde las familias no pudieron reunirse, ya sea por no poder tramitar la visa o que esta fue desistida por las autoridades, o que, careciendo de pasaporte, no pueden tramitarla, agravado a la situaci贸n que se vive en Venezuela, miles de migrantes tomaron sus familias y sus mochilas y caminaron hacia el sur. Lo intentaron, pidieron la visa, se les neg贸, la pandemia los distanci贸 y muchos tampoco pudieron despedirse de sus seres queridos por miedo a perder sus tr谩mites migratorios en Chile. Todo esto sum贸 para que las familias buscaran alternativas para volver a encontrarse.
2. La pandemia. Aplicada al contexto migratorio chileno, esta se materializ贸 en varias situaciones que desde las autoridades no se consideraron:
a. Muchos migrantes ya en Chile se han sentido incomunicados, pues nadie de parte de las autoridades, amparados en la imposibilidad de atenci贸n presencial en pandemia, dan respuesta u orientaci贸n a los tr谩mites ingresados en Chile o por ingresar. La comunicaci贸n personal es nula.
b. Muchos migrantes han recibido negaci贸n de sus tr谩mites de visa por requerimientos de documentos mediante oficios que nunca recibieron y por tanto no los presentaron, pero sin opci贸n a presentarlos ahora. Esto se traduce en frecuentes pagos de multa e irregularidad migratoria.
c. Los mismos datos estad铆sticos de Extranjer铆a nos muestran la escasa aprobaci贸n de solicitudes de refugio.
d. A los turistas, imposibilitados de abandonar el territorio por causa de la pandemia, se les pidi贸 pagar multa para salir, meses despu茅s. No se consider贸 el contexto de pandemia y la ley no respondi贸 a esa realidad. Aqu铆 el incumplimiento de la misma no fue voluntario, fue fruto del contexto. Muchos de ellos, sin poder irse y agotando sus recursos, vivieron de la caridad de sus connacionales, e imposibilitados para trabajar por ley, debieron pagar multas al salir del pa铆s, cuando por fin pudieron hacerlo. No hubo el m铆nimo atisbo de solidaridad y empat铆a.
En otras palabras, las autoridades migratorias no consideraron el contexto de pandemia por el cual los migrantes y turistas se ve铆an afectados y no se flexibilizaron los plazos para poder presentar lo requerido. Se actu贸 con esp铆ritu restrictivo de la ley, desconociendo la realidad que a todos afect贸.
3. Las anteriores situaciones confluyeron para que lleg谩semos a lo vivido estas 煤ltimas semanas en Colchane, culminado con la expulsi贸n de migrantes con 谩nimo ejemplarizante como la que vimos de las personas con trajes blancos, que implica, entre otros, el desconocimiento de la aplicaci贸n del Principio de No devoluci贸n, puesto que no se escuch贸 la realidad de las personas, de los cuales muchos de ellos pudiesen ser solicitantes de refugio y su devoluci贸n pudo poner en riesgo su visa. El Principio de Reunificaci贸n Familiar, porque muchas personas tramitaron visas, pero la demora, mucho m谩s cuando esta visa para Venezuela est谩 definida desde el punto de vista humanitario, la negativa de continuidad de los procesos sin dar alternativas, la aprobaci贸n de visa consular a los padres y no a los hijos y/o viceversa, el cierre administrativo de fines de 2020, gener贸 en buena medida la situaci贸n que vemos y donde falt贸 identificar que se trataba, para muchos de ellos, de reencontrarse con sus familias. No todos son migrantes espont谩neos. El Debido Proceso, puesto que, llegar a Chile, pasando meses o a帽os en el camino para conseguir esta meta, deudas, la velocidad en la ejecuci贸n de tal medida y no tener la posibilidad de defenderse y ser parte de un debido proceso que les permita ser escuchados, en un Estado de derecho, pone en tela de juicio la interpretaci贸n que se hace de la ley. El inter茅s superior del ni帽o, puesto que como lo constatan nuestros agentes de Iglesia y de tantas instituciones asistiendo a los migrantes reci茅n llegados, careciendo de las condiciones m铆nimas, despu茅s de una traves铆a por el desierto y los riesgos que esto implica, vimos que se trataba de familias con ni帽os, quienes requieren mayor comprensi贸n y ayuda, independiente de la condici贸n migratoria de ellos y de sus padres. No se trata solo de un factor legal, se trata de un factor de humanidad. No todos son delincuentes y el ordenar la casa no implica descartar, implica acoger y cuidar.
4. Tenemos claridad que nuestro pa铆s no los puede recibir a todos, no hay condiciones para ello y adem谩s que el Estado debe cuidar de la seguridad dentro de las fronteras, pero si se ponen reglas y las personas se acogen a ellas, por lo menos debiese evaluar con un criterio m谩s amplio que restrictivo cuando una familia quiere reencontrarse con los suyos. Esto significa que, como pa铆s, dentro de nuestras posibilidades, no debemos restarnos de la participaci贸n en la co-responsabilidad en la gesti贸n de esta realidad que puede ser m谩s que meramente migratoria, tal vez humanitaria. Podemos colaborar en la emergencia que Venezuela est谩 viviendo haciendo un aporte y devolver la mano.
En conclusi贸n, como instituciones de Iglesia, seguiremos trabajando por defender los derechos de las personas, mucho m谩s all谩 de los documentos, recordando a la sociedad el desarrollar criterios de humanidad y de hermandad, m谩s que de indiferencia. Seguiremos buscando formas de dar espacios para que la sociedad desarrolle el compromiso en el acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes en su realidad nueva que, de una forma u otra, los ha recibido.
Fuente: INCAMI CECh, 23-03-2021
Video: INCAMI: Aportes de migrantes en el Chile de hoy