La ceremonia contó con la presencia de las máximas autoridades regionales, encabezas por el Intendente Regional, Sergio Gahona y el Gobernador de la provincia de San Juan, Argentina, José Luis Gioja.
Durante la HomilÃa, el Arzobispo de La Serena, Monseñor Manuel Donoso, agradeció la presencia del pastor de la Iglesia Anglicana, Pablo Zavala,quien se sumó a esta celebración como signo de ecumenismo.
Monseñor Donoso, llamó a todos los sectores a buscar el desarrollo permanente de nuestra patria, a través de la unidad.
" El crecimiento de Chile se dará en la medida que todos nos sintamos depositarios de valores comunes, expresados en tradiciones, en una cultura, un lenguaje, de ideales, de afectos, de una manera de llevar las relaciones humanas y hacerlas más acogedoras. Nos lleva a pensar que la vida humana por su estructura misma es social, histórica y personal y encuentra su plenitud en la apertura y en el encuentro con el otro (para los cristianos, con el Otro del Dios de Jesucristo; también y siempre, con el otro que es el prójimo, y también, con el recto uso de los bienes, la naturaleza y las cosas). Nos invita a un encuentro cotidiano, permanente y entendido como algo propio e irrenunciable de cada uno de nosotros".
Asimismo reiteró que este es el momento propicio para terminar con las exclusiones en el paÃs y trabajar por el bien común,
"los 200 años son un momento propicio para pensar nuestro presente y proyectar un futuro mejor absolutamente para todos sin las exclusiones que puede haber habido en algunos momentos: sociales, polÃticas, de raza, religiosas, educativas, etc. Para un cristiano no hay nada humano que esté fuera del proyecto de Dios para el bienestar del propio ser humano".
También hubo tiempo para referirse a la problemática medioambiental en torno a la generación energética y especialmente en la región de Coquimbo, la problemática de la escasez de agua.
"Pero también tenemos conversar, sobre algunos puntos débiles de la vida de todos y de nuestro desarrollo. Entre ellos está el crecimiento de nuestra conciencia de la naturaleza, que no es superior al hombre, pero si que está entregada al hombre para administrarla, para cuidarla, para guardarla, para entregarla a las generaciones que vienen. Y hemos visto qué difÃcil es encontrar una armonÃa entre estos valores, y las posibilidades modernas de producción de energÃa, o de otros que puedan también arruinarla. Pero eso nos lleva también al tema fundamental del agua, que hoy dÃa ha pasado a ser un punto demasiado tan importante para la vida de las personas como para que tengamos el deber de guardarla bien. Si lo normal es que no llueva, el cuidado del agua que nos viene de la cordillera, el cuidado de la misma cordillera ante la posibilidad de enormes explotaciones que puedan disminuir o ensuciar esta agua, la enseñanza para que el agua no se bote, la pavimentación de canales, etc. todo eso significa una tarea de todos" señalo Donoso.
Por último el Arzobispo de La Serena deseó que
"la sociedad se juegue por los pueblos originarios y los Mapuches, para que termine su ayuno y no pierdan vidas, pero que también sean juzgados, como ellos piden, por leyes que corresponden al Estado moderno. Y que las mesas de integración y diálogo tengan desde ya nuestro apoyo".
La ceremonia del Te Deum en la Catedral serenense terminó con el Himno Nacional y el canto a la Virgen del Carmen, entonado por el Coro "San Luis Gonzaga" del Colegio Seminario Conciliar.
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Texto completo de la homilÃa
Fuente: Comunicaciones La Serena
La Serena, 18-09-2010