Pastoral Social Caritas junto a Diócesis que trabajaron en zonas afectadas por terremoto y maremoto evalúan trabajo y plantean nuevos desafíos

Pastoral Social Caritas junto a Diócesis que trabajaron en zonas afectadas por terremoto y maremoto evalúan trabajo y plantean nuevos desafíos

Los equipos que trabajaron durante ocho meses en las localidades más afectadas por la catástrofe de febrero se reunieron para analizar los grandes logros alcanzados con las comunidades y plantearse nuevas líneas de acción para el presente año.

 
Miércoles 26 de Enero de 2011
En la Casa de Retiro María Esther de la comuna de La Florida se llevó a cabo entre este lunes 24 y martes 25 una jornada de encuentro y evaluación de todo el trabajo desarrollado por siete Diócesis con cientos de familias afectadas por la catástrofe del 27 de febrero.

Fue una tarea enorme que finalmente obtuvo resultados altamente significativos. Partieron entre los escombros, rescatando familias, entregando comida y abrigo, secando lágrimas y recomponiendo sueños. Quizá sea este último componente el más significativo para todos aquellos que formaron parte del trabajo desarrollado. Al conversar con los responsables diocesanos de los proyectos de Rehabilitación Física, Económica y Social, impulsada por la Pastoral Social Caritas, la sensación es unánime, todos confirman que el acompañamiento psicosocial de las familias afectadas fue uno de los puntos más importantes y que permitirá mantener la conexión en el tiempo.

Emocionada, Paola OrtIz, coordinadora de la Pastoral Social de Los Ángeles, recuerda que cuando iniciaron el trabajo se encontraron con gente que no tenía nada:“hubo momentos en que uno miraba y decía cómo es posible que haya pasado esto? Nosotros dividimos el trabajo en dos partes: Ayuda humanitaria y el proyecto de Rehabilitación, el cual fue un apoyo enorme a la población con la cual trabajamos. Ahora tenemos la convicción de que las familias con las cuales trabajamos están en una mejor condición gracias al programa que desarrollamos”, señala.

Desde esa zona del Bio Bio, rescatan la gran recepción que tuvo el proyecto de Acompañamiento psicosocial: “hay momentos que te marcan. Nos impresionó mucho la respuesta de la gente por el programa, todos iban y esperaban los talleres, nadie falló. Eso nos llamó mucho la atención, la necesidad que vimos en la gente de ser escuchada, de ser contenida”, afirma.
Desde Linares, el Coordinador de proyectos, Claudio Almuna, recuerda el impacto de los primeros días: “lo más sorprendente era el ver como los proyectos y sueños de familias, parejas, estaban en el suelo. Llegamos en junio, muchos habían recibido mediaguas y nos dimos cuenta de que estaban viviendo una emergencia sobre la emergencia, debido a la filtración de éstas, era indigno. Emocionalmente se encontraban muy afectados, veían alrededor y todo lo construido estaba en el suelo, pasaron de tener espacios habilitados para todos los integrantes de la familia a vivir en una mediagua, lo que aumentó los niveles de stress y depresión”, señala.

Según Almuna, al principio los beneficiarios de los programas no creían todo lo que se podía hacer por ellos, pero cuando empezaron a entregar las viviendas, reparaciones, y los talleres sicológicos, empezaron a ver el proyecto de otra forma, la ayuda no era solamente una promesa, sino que algo concreto. “Hubo mucha gente que se quebrara en las sesiones debido al fuerte impactó que significó esta tragedia, el ver cómo con un movimiento de la tierra todos los sueños se desmoronaron y pasaron a vivir una pesadilla, fue muy fuerte”, recuerda.

El equipo de Linares señala que concluyen su trabajo muy satisfechos: “hemos visto logros y avances en familias que recuperaron su espacio y han vuelto a la vida que tenían. Superaron el trauma, hay familias que pasaron de no hablar nada a participar en jornadas de dirigentes y expresarse libremente. Vivimos experiencias muy significativas, estuvimos con los pies en el barro, compartimos un plato de comida, contuvimos, subimos cerros a pie y ahora vemos los avances. Nos vamos contentos de darle una alegría a las personas afectadas con la catástrofe, en lugares muy extremos”, concluye.

La mirada de Gabriela Gutiérrez, secretaria Ejecutiva de la Diócesis de Concepción, tiene que ver con el logro alcanzado por el equipo de trabajo en la zona.:”ha sido una experiencia tremendamente significativa el constatar nuestro rol en la sociedad. Asumir que la Iglesia tomaba un papel que no estaban realizando otras instituciones, la capacidad de reacción, tener claro que las personas, organizaciones esperaban mucho de nosotros. Todo ello nos llevó al desafío de organizarnos rápidamente para ponernos al servicio de las personas y entregar ayuda humanitaria necesaria.

Luego con el proceso psicológico nos encontrarnos cara a cara con la gente, con las realidades, ese fue el mayor aprendizaje , el desarrollar todas nuestras capacidades con los más afectados”, señala.

Al mismo tiempo, el quipo de Concepción resalta la capacidad generada entre los afectados para salir adelante, ponerse de pie y avanzar en las grandes tareas.

Al término del encuentro, el Director Ejecutivo de la Pastoral Social Caritas, Lorenzo Figueroa, valoró y agradeció todo el trabajo realizado por los equipos de las siete Diócesis y llamó a seguir trabajando y aprovechando todas las herramientas y aprendizajes adquiridos.

De parte del equipo nacional se ha fijado la realización de algunos seminarios regionales en el Maule y el Bio Bio que permitan el intercambio de experiencias sobre todo el proceso iniciado a partir del 27 de febrero.


Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
Santiago, 26-01-2011