En 2009, la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 13 de octubre como la fecha para conmemorar el Día Internacional para la Reducción de los Desastres cuyo objetivo es aumentar la concienciación sobre cómo las personas están tomando medidas encaminadas a reducir el riesgo frente a los desastres.
Este año la celebración se lleva a cabo en el marco de la campaña “Redoblar los esfuerzos para reducir los riesgos de desastres” y está dirigido principalmente a vincular a los niños y a los jóvenes a la reducción de los riesgos de desastres y la Pastoral Social Caritas adhiere a esta iniciativa como miembro de la Red Humanitaria de emergencias.
Actualmente 66,5 millones de niños se ven afectados anualmente por desastres. Debido a que es difícil para ellos hacer frente a situaciones repentinas y dolorosas en sus vidas, se ven, a menudo, más afectados que los adultos. Víctimas de desastres y del cambio climático, los niños y los jóvenes deberían ser alentados a participar en la reducción de desastres y en la adopción de decisiones.
En Chile la fecha se conmemora con el lanzamiento digital del documento país 2010 denominado “Análisis de riesgos de desastres en Chile” a través del sitio web de Cruz Roja Chilena, y a través de la realización de un concurso de dibujo infantil denominado “Mi Hogar Seguro”, cuyos trabajos se están recibiendo hasta el 28 de octubre en las filiales de Cruz Roja a lo largo del país (
www.cruzrojachilena.org).
Últimamente, más de 600 niños y niñas de África, Asia y América Latina elaboraron una
Carta de los niños para la reducción de riesgos de desastres.
La que destaca cinco prioridades identificadas a través de consultas con más de 600 niños y niñas en 21 países. La educación, la protección de los niños y niñas en el acceso a la información básica fueron los principales temas que abordaron como necesarios para reducir el impacto de los desastres y el cambio climático en sus familias y comunidades.
Las cinco prioridades en la Carta de los Niños para la Reducción de Riesgos de Desastres son:
Las escuelas deben ser seguras - la educación debe ser continua.
La protección del niño debe ser una prioridad, antes, durante y después de un desastre.
Los niños y los jóvenes tienen derecho a participar y tener acceso a la información que necesitan.
La infraestructura de la Comunidad debe ser segura, y el socorro y la reconstrucción deben ayudar a reducir el riesgo de futuros desastres.
La reducción de riesgos de desastres debe llegar a los más vulnerables.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
Santiago, 13-10-2011