Santa Sede pide reforma del sistema financiero internacional
El Vaticano promueve polÃticas e instituciones financieras y monetarias eficaces y representativas a nivel mundial, y orientadas a un desarrollo auténticamente humano de todas las personas y pueblos.
Lunes 24 de Octubre de 2011
En la Sala de Prensa de la Santa Sede se presentó la nota del Pontificio Consejo "Justicia y Paz" titulada: "Para una reforma del sistema financiero internacional en la perspectiva de una autoridad pública de competencia universal". Han intervenido el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo; el obispo Mario Toso, S.D.B., secretario; y Leonardo Becchetti, profesor de EconomÃa PolÃtica de la Universidad de Roma "Tor Vergata".
El Cardenal Turkson se refirió a la sexta reunión de los Jefes de Gobierno del G-20 que se celebrará los dÃas 3 y 4 de noviembre en Cannes (Francia) para abordar cuestiones relativas a la economÃa y la financia mundial. "El Santo Padre y la Santa Sede -dijo- siguen estas cuestiones con mucha atención exhortando y alentando constantemente no sólo 'una acción de conjunto', sino una acción basada en una 'visión clara de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales'. Con este espÃritu de discernimiento, la Santa Sede, a través de la nota del Pontificio Consejo Justicia y Paz ofrece y comparte su aportación que puede ser útil para las deliberaciones del G-20".
El obispo Toso explicó que la nota del Pontifico Consejo "quiere proponer una reflexión sobre los posibles caminos a recorrer -en lÃnea con el más reciente magisterio social de los pontÃfices- para alcanzar polÃticas e instituciones financieras y monetarias eficaces y representativas a nivel mundial, y orientadas a un desarrollo auténticamente humano de todas las personas y pueblos".
Al afrontar la cuestión de la actual crisis del sistema monetario y financiero, la Iglesia no desea adentrarse en cuestiones técnicas, sino que se mueve en el plano de su competencia ética y religiosa. AsÃ, señala como causas de la crisis no sólo las de carácter ético, sino más especÃficamente, las de tipo ideológico. Tras el ocaso de las viejas ideologÃas, han surgido nuevas "ideologÃas neoliberalistas, neoutilitaristas y tecnocráticas que, al tiempo que marginan el bien común en favor de dimensiones económicas, financieras y técnicas absolutas, ponen en riesgo el futuro de las instituciones democráticas mismas".
El prelado aseguró que es necesario superar esas ideologÃas mediante un "nuevo humanismo global, abierto a la trascendencia, (...) una ética de la fraternidad y la solidaridad, asà como la subordinación de la economÃa y la finanza a la polÃtica, responsable del bien común".
En cuando a las vÃas de solución, el Pontificio Consejo propone, retomando el magisterio social de los pontÃfices, especialmente de Juan XXIII y Benedicto XVI, "que la globalización sea gobernada mediante la constitución de una autoridad pública de competencia universal". Sugiere también reformar las actuales instituciones internacionales, que "deben ser expresión de un acuerdo libre y compartido entre los pueblos; más representativas; más participativas; más legitimadas (...) Deben ser 'super partes', al servicio del bien común de todos, capaces de ofrecer una guÃa eficaz y, al mismo tiempo, de permitir que cada paÃs exprese y persiga el propio bien común, según el principio de subsidiariedad, en el contexto del bien común mundial. Solo asà las instituciones internacionales conseguirán favorecer la existencia de sistemas monetarios y financieros eficientes y eficaces, o sea, mercados libres y estables, disciplinados por un adecuado cuadro jurÃdico, dirigidos al desarrollo sostenible y al progreso social de todos".
"La Autoridad mundial deberá entender su facultad de orientar y decidir, asà como de sancionar sobre la base del derecho, como un ponerse al servicio de los varios paÃses miembros, para que crezcan y posean mercados eficientes y eficaces".
Para que todo ello sea posible, es preciso recuperar "el primado de lo espiritual y de la ética y, con ello, el de la polÃtica, responsable del bien común".
- Texto de la Nota
Fuente: Servicio Informativo Vaticano - Zenit.org
Vaticano, 24-10-2011
El Cardenal Turkson se refirió a la sexta reunión de los Jefes de Gobierno del G-20 que se celebrará los dÃas 3 y 4 de noviembre en Cannes (Francia) para abordar cuestiones relativas a la economÃa y la financia mundial. "El Santo Padre y la Santa Sede -dijo- siguen estas cuestiones con mucha atención exhortando y alentando constantemente no sólo 'una acción de conjunto', sino una acción basada en una 'visión clara de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales'. Con este espÃritu de discernimiento, la Santa Sede, a través de la nota del Pontificio Consejo Justicia y Paz ofrece y comparte su aportación que puede ser útil para las deliberaciones del G-20".
El obispo Toso explicó que la nota del Pontifico Consejo "quiere proponer una reflexión sobre los posibles caminos a recorrer -en lÃnea con el más reciente magisterio social de los pontÃfices- para alcanzar polÃticas e instituciones financieras y monetarias eficaces y representativas a nivel mundial, y orientadas a un desarrollo auténticamente humano de todas las personas y pueblos".
Al afrontar la cuestión de la actual crisis del sistema monetario y financiero, la Iglesia no desea adentrarse en cuestiones técnicas, sino que se mueve en el plano de su competencia ética y religiosa. AsÃ, señala como causas de la crisis no sólo las de carácter ético, sino más especÃficamente, las de tipo ideológico. Tras el ocaso de las viejas ideologÃas, han surgido nuevas "ideologÃas neoliberalistas, neoutilitaristas y tecnocráticas que, al tiempo que marginan el bien común en favor de dimensiones económicas, financieras y técnicas absolutas, ponen en riesgo el futuro de las instituciones democráticas mismas".
El prelado aseguró que es necesario superar esas ideologÃas mediante un "nuevo humanismo global, abierto a la trascendencia, (...) una ética de la fraternidad y la solidaridad, asà como la subordinación de la economÃa y la finanza a la polÃtica, responsable del bien común".
En cuando a las vÃas de solución, el Pontificio Consejo propone, retomando el magisterio social de los pontÃfices, especialmente de Juan XXIII y Benedicto XVI, "que la globalización sea gobernada mediante la constitución de una autoridad pública de competencia universal". Sugiere también reformar las actuales instituciones internacionales, que "deben ser expresión de un acuerdo libre y compartido entre los pueblos; más representativas; más participativas; más legitimadas (...) Deben ser 'super partes', al servicio del bien común de todos, capaces de ofrecer una guÃa eficaz y, al mismo tiempo, de permitir que cada paÃs exprese y persiga el propio bien común, según el principio de subsidiariedad, en el contexto del bien común mundial. Solo asà las instituciones internacionales conseguirán favorecer la existencia de sistemas monetarios y financieros eficientes y eficaces, o sea, mercados libres y estables, disciplinados por un adecuado cuadro jurÃdico, dirigidos al desarrollo sostenible y al progreso social de todos".
"La Autoridad mundial deberá entender su facultad de orientar y decidir, asà como de sancionar sobre la base del derecho, como un ponerse al servicio de los varios paÃses miembros, para que crezcan y posean mercados eficientes y eficaces".
Para que todo ello sea posible, es preciso recuperar "el primado de lo espiritual y de la ética y, con ello, el de la polÃtica, responsable del bien común".
- Texto de la Nota
Fuente: Servicio Informativo Vaticano - Zenit.org
Vaticano, 24-10-2011
