En este momento de aflicción y desconcierto, queremos extender un fraternal saludo a la familia de don Héctor Gallardo Aillapan y solidarizar con quienes de forma directa sienten la pérdida de un ser querido, que defendía no sólo su familia sino además la dignidad y la representación de su pueblo, llevándolo a la búsqueda de herramientas de interrelación cultural a través de la participación en instancias municipales, mediante su postulación como candidato a Concejal, en cuya preparación nos encontraríamos el día 5 de Septiembre.
Don Héctor fue abatido en defensa de su familia, por lo que hacemos eco de las demandas de justicia de su esposa y de su familia, e instamos a las instancias que corresponden a trabajar rigurosamente en el esclarecimiento de los hechos mediante una investigación, seria, responsable y exenta de prejuicios.
Estimamos necesario señalar una vez más, que no compartimos ningún acto o conducta, que atente, prive, coarte, amenace o lesione bienes superiores y universales, transversales a toda sociedad o grupo dentro de ella, como la vida, y la integridad de la persona, la libertad.
Rechazamos cualquier forma de solución de conflictos ajenos al derecho, especialmente aquellos que utilizan medios de violencia en cualquiera de sus manifestaciones y que puedan prevenir de diferentes grupos o sociedades.
Es sabido por todos que estas acciones sólo aumentan el clima beligerante; contrariamente, no se fundamentan en el encuentro franco e integrador sostenido en la verdad, el reconocimiento de las diferencias y el contexto histórico de los interlocutores, que todos esperamos en esta región que convoca en todo sentido a vivir la diversidad, partiendo por el reconocimiento de nuestras diferencias de origen histórico y cultural, que como herida abierta, busca un remedio basado en la voluntad real de todos quienes pueden incidir en cambios profundos, mediados por el respeto y la convicción de que podemos vivir mejor reconociendo y compartiendo las diferencias.
Surge el llamado de urgencia para poner a disposición una voluntad política cada vez más constructiva y abierta de quienes detentan el poder del Estado a fin de solucionar efectivamente las demandas histórico-ancestrales de las comunidades Mapuche, las cuales en tanto no sean compensadas, continuarán erigiéndose como elemento de desencuentro y criminalización de las justas pretensiones.
Al concluir esta Declaración nos enteramos por la prensa que "grupo de encapuchados sería el responsable del incendio de al menos 11 máquinas y camiones forestales, en un predio ubicado a 8 kilómetros al poniente del sector Tranaquepe, comuna de Tirúa".
Es necesario trabajar para que cesen todas las violencias y cada uno aprenda a comprender también el dolor del otro. Hacemos oración para que el Estado y el Pueblo mapuche encuentren la vía de la mutua confianza y el diálogo.
Fuente: Fundación Instituto Indígena, Temuco
Temuco, 10-09-2012