Finalizaron sus actividades en una jornada matinal, tanto en Llico como en Iloca, con un taller que buscaba identificar los aprendizajes que resultaron del trabajo en los talleres y cómo han podido aplicarlos a su vida, así como de los demás contenidos aprendidos en el transcurso del proyecto, recogiendo recomendaciones que permitan mejorar la formulación y ejecución de iniciativas similares.
A través de una carta se les pidió que les escribieran a quienes colaboraron en la realización de este proyecto, Caritas como entidad financiera y Fundación CRATE como entidad ejecutora, fueron los destinatarios de los testimonios que reflejaban los cambios que sufrieron sus emprendimientos y ellos mismos. Los efectos de la publicidad que les fue entregada de acuerdo a sus requerimientos, cómo ya algunos han debido contratar otra gente, porque les ha aumentado la clientela.
Luego en un trabajo grupal lograron recordar con más detalle las etapas que han ido viviendo en este seguimiento, los conocimientos adquiridos, y cómo estos han modificado sus negocios, como la realización del Plan de Negocio que en muchos casos los hizo ordenar no solos sus cuentas, sino también el valor de su trabajo. Fueron ellos mismos quienes iban explicando estos procesos y que en la mayoría se repetía que les cambio la visión de su trabajo.
Finalmente se les entregó certificados a quienes participaron de un taller realizado en enero en ambas localidades, tras los diplomas llegó el momento más esperado por ellos, la muestra de sus productos, ahora ya con etiquetas, fotos, tarjetas de presentación, estaba todo listo para dar a conocer los frutos del proyecto.
Este proyecto buscaba fortalecer la actividad productiva de las comunidades costeras de sectores de la costa curicana afectadas por el tsunami, desarrollando un seguimiento a 84 micro empresarios apoyados con iniciativas económicas asociadas a la actividad pesquera, turismo y artesanía.
Fuente: Comunicaciones Fundación CRATE
Santiago, 22-03-2013