Omnipotente, altÃsimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor.
Loado seas por toda criatura, mi Señor, y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el dÃa, y es bello en su esplendor, y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor, y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol, y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!
Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución; ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios! ¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor .
Cántico de las criaturas. Original de San Francisco de AsÃs (1182-1226);
versión de León Felipe (España 1884-Mexico 1968)
Fuente: Pastoral Social Caritas
Santiago, 04-06-2013