La Misa fue presidida por el Vicario de Pastoral Social Pbro. José Cartes, junto al padre Pedro Romero, párroco de La Asunción de Talcahuano.
En su homilÃa, el Vicario recordó que hace veinticinco años, “un grupo de personas decidieron formar un equipo para acompañar a aquellos que sufren, mostrarles la fe, guiarles en la oración, hacer que el sufrimiento tenga un sentido, asà como nosotros tenemos que buscar un sentido para nuestra vida, como dice el Evangelio que nos llama a construir en roca firme. Si ponemos nuestra vida y seguridad en Cristo, tendremos la certeza de que siempre estaremos haciendo lo que el Señor nos pideâ€.
“Ustedes están haciendo el bien con personas concretas, con los que están solos y sufren una enfermedad. Pero también, tenemos que enriquecernos para poder dar: y nuestra fortaleza es la oración y la EucaristÃa. Además, Jesús es nuestro modelo de bondad. Hoy nuestra fe necesita que nosotros la vivamos. El Papa Francisco dice que no se necesitan palabras sino obras, y la forma de evangelizar que tienen ustedes es la forma de evangelizar que la Iglesia necesitaâ€.
Dos de las voluntarias comentaron lo que significa para ellas servir como agentes de pastoral de la salud. Una de ellas es Carmen Hurtado Guzmán, quien señala que “son 25 años entregados con mucho amor, con mucho cariño y sacrificio. Le damos gracias al Señor por mantenernos con salud y vida, y asà poder entregar acompañamiento espiritual a las personas enfermasâ€. Por su parte, Regina Rosales, vicepresidenta y coordinadora del grupo, afirmó que llegó al hospital en el año dos mil, y que ya lleva trece ayudando al prójimo. “Lo que más me gusta de este voluntariado es poder conversar con las personas que están complicadas con su enfermedad pero que a veces nos entregan más de lo que nosotros podemos darles. Ellos, desde su enfermedad, evangelizan y nos regalan muchoâ€.
El servicio de las voluntarias consiste en acompañar a los enfermos y escucharlos. También apuntan sus nombres y los presentan en la EucaristÃa de cada jueves. Algunas, además, colaboran dando la cena a aquellos pacientes postrados que están solos.
Durante la EucaristÃa se reconoció el trabajo de quienes cumplÃan veinticinco años en el grupo, y posteriormente se entregó un obsequio a todas las voluntarias en el marco de un compartir fraterno efectuado en uno de los casinos del hospital.
Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 01-07-2013