La reflexión, señala que "Con este documento, nuestro Pontífice demuestra una vez más, su sensibilidad tanto social, como política y comunicacional, puesto que sitúa el foco en una problemática que suele ser dejada de lado, para atender otras prioridades que nos parecen más urgentes que las consecuencias del desequilibrio ecológico. Así, se adelanta a la próxima cumbre sobre cambio climático organizada por la ONU, que se llevará a cabo en diciembre de este año en París y de la cual emergerá un compromiso vinculante para los países miembros. Ello es inédito. Recordemos que la cumbre de Kioto dio a lugar un compromiso que no todas las naciones estuvieron dispuestas a firmar, incluidas las que más contribuyen a la emisión de gases efecto invernadero”.
La Directora de la USEC señala que "el desafío medioambiental, es quizás, la prueba definitiva a nuestra humanidad. Me refiero a la capacidad que tiene el ser humano, de unirse para enfrentar las amenazas superando las diferencias; a su capacidad de innovar y de crear nuevas y asombrosas soluciones; su capacidad de proteger a los más débiles, a ser solidarios, incluso con quienes no están frente a nosotros (porque viven en otros continentes o son parte de las futuras generaciones); en definitiva, la capacidad de trabajar por metas de largo plazo y por el bien común".
Fuente: Pastoral Social Caritas
Santiago, 07-07-2015
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