Cumbre sobre el clima en París: una oportunidad para una familia unificada

Cumbre sobre el clima en París: una oportunidad para una familia unificada

Caritas dice que la Cumbre de la ONU sobre el Clima en París (COP21) debe responder a la urgencia del peligroso cambio climático, pero que también debe servir como hito para crear una visión unificada para el futuro de la humanidad sin dejar atrás a nadie.

 
Miércoles 25 de Noviembre de 2015
Los países representados en la COP21 están llamados a alcanzar un nuevo acuerdo sobre el cambio climático para reducir las emisiones de carbono, detener el aumento del calentamiento del planeta y permitir que la gente y los países se adapten al cambio climático. La cumbre comienza el 30 de noviembre, apenas dos semanas después de que 130 personas fueron asesinadas en una serie de ataques coordinados en la capital francesa.

“Mientras nos preparamos para la COP21, nuestros corazones están con las víctimas de los ataques terroristas y sus familiasâ€, expresó Michel Roy, Secretario General de Caritas Internationalis. “Tales actos de injusticia nos impulsan a trabajar para lograr una mayor justicia a nivel mundial en muchas cuestiones que llevan a la desigualdad y al sufrimiento, incluyendo el cambio climáticoâ€.

Representando a más de 180 organizaciones católicas en todo el mundo, Caritas y CIDSE (alianza de agencias católicas de desarrollo) exigen que en la cumbre del COP21 se llegue a un acuerdo mundial legalmente vinculante y equitativo sobre el cambio climático. Están convencidas de que hacerle frente al cambio climático protegiendo los derechos humanos de todos sería la clave para erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad.

Bernd Nilles, Secretario General de CIDSE, dice: “Estamos profundamente comprometidos a trabajar con las personas afectadas por el cambio climático y para ellas. Para proteger a los más pobres y vulnerables, la economía mundial se debe descarbonizar para 2050â€.

Ambas organizaciones creen que cualquier decisión que se tome en la COP21 debe tener una base ética sólida, que la gente y la política pueden preparar el camino hacia sociedades bajas en carbono y que el nuevo acuerdo debe garantizar los fondos para esta transición y ayudar a los más pobres del mundo a adaptarse al cambio climático y a hacerle frente a sus consecuencias.

Señalan que los combustibles fósiles ya no deberían recibir más subsidios y se deben eliminar paulatinamente lo más pronto posible, a más tardar para 2050. La energía sostenible debería ser accesible para todos como parte de un plan a largo plazo para limitar el calentamiento del planeta por debajo de 1,5 grados Celsius.

Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
Santiago, 25-11-2015