El texto actual de negociación pronto será adoptado como el nuevo y único acuerdo universal sobre el cambio climático. La movilización y la presión de las masas vinieron de las personas, ya que salieron a la calle, y es debido a esta presión sobre los polÃticos que ahora vemos un objetivo de referencia a 1,5ºC de temperatura, una mención del concepto de justicia climática y una señal a la industria de los combustibles fósiles dando cuenta que su tiempo ha llegado a su fin.
Una delegación conjunta de Caritas Internationalis y CIDSE estuvo presente durante las conversaciones efectuadas en Paris, conocida como COP21. "Esperábamos coraje y la creatividad de los lÃderes para abordar el cambio climático, sin embargo, el proyecto de acuerdo carece de ambición y no ofrece una solución adecuada a esta emergencia mundial que está afectando a millones de las personas más vulnerables de la Tierra. Aunque se ha hecho la conexión esencial entre el cambio climático, la erradicación de la pobreza y el acceso equitativo al desarrollo sostenible, es lamentable que los derechos humanos no están en el centro del proyecto de acuerdo sobre el clima y debemos evitar los intereses creados que prevalecen sobre el bien común. ", dijo Michel Roy, Secretario General de Caritas Internationalis.
Otra preocupación es que la protección de los derechos humanos está ahora ausente de la base del proyecto de acuerdo, que lleva el riesgo de que algunos proyectos climáticos pueden poner en peligro los derechos humanos, mientras que al mismo tiempo, la falta de una referencia a la seguridad alimentaria es un nuevo golpe para las comunidades vulnerables de todo el mundo. Esto le da a los grandes contaminadores la oportunidad de apoderarse de tierras para compensar proyectos y desplazar a las comunidades indÃgenas.
Por primera vez el tema de la pérdida y el daño, que ha sido motivo de controversia desde hace años, se ha incluido en la nueva propuesta de acuerdo. Mientras que las decisiones pueden proporcionar una lÃnea de base para apoyar a los afectados, fue decepcionante para ver unos pocos paÃses que quieren evitar su responsabilidad de compensar el daño irreparable e irreversible que es causada por el cambio climático a las comunidades y personas.
A pesar de este texto inadecuado, Caritas Internationalis y CIDSE dicen que están alentados por la demostración de solidaridad sin precedentes del movimiento por la justicia climática a lo largo de 2015. Hay un fuerte apetito de la gente de todas las clases sociales para la acción polÃtica sobre el cambio climático. El movimiento por la justicia climática es un crecimiento, que continuará después de ParÃs.
Fuente: Comunicaciones Pastortal Social Caritas
Santiago, 14-12-2015