"Los brazos y la opresión, los intereses ocultos y la violencia siguen causando estragos en estos paÃses. Tenemos la impresión de estar atrapados en una espiral de arrogancia e inercia de la cual no hay escapatoria", señaló.
El Papa pidió a la comunidad internacional mayores esfuerzos para lograr la paz, para que pueda haber un acuerdo que "el conflicto se termine y, finalmente, la prioridad sea el bien de las poblaciones indefensas".
En la ocasión, el Papa condenó el reciente ataque a un convoy humanitario de las Naciones Unidas en Alepo, diciendo que el "mal que está presente en el hombre y en la historia" tiene que ser "redimido".
Fue la quinta reunión sobre la crisis humanitaria sirio e iraquà en el Vaticano, organizada por el Pontificio Consejo Cor Unum. Se informó que las redes de la Iglesia en el perÃodo de 2015 a 2016 llegaron a más de 9 millones de personas en Siria e Irak.
Hay 12.000 trabajadores de la Iglesia ayudando a las personas en las dos zonas de conflicto y en los paÃses vecinos. Francisco agradeció a los trabajadores como una "señal de esperanza" y "que el mal tiene lÃmites y no tiene la última palabra."
La paz es posible
Más allá de la ayuda humanitaria necesaria, dijo el Papa:"Lo que nuestros hermanos y hermanas en Siria e Irak quieren, más que cualquier otra cosa hoy en dÃa, es la paz." Dijo que el poner fin al conflicto está en manos de todos:"Cada uno de nosotros puede y debe convertirse en un constructor de paz, ya que cada situación de violencia e injusticia es una herida en el cuerpo de toda la familia humana".
A través de su campaña "Siria: La paz es posible", Caritas está instando a sus seguidores en todo el mundo para presionar a sus gobiernos a:
• Asegurar que todas las partes del conflicto se reúnan para buscar una solución pacÃfica
• Apoyo a los millones de personas afectadas por la guerra
• Dar a sirios dentro y fuera del paÃs la dignidad y esperanza
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
CECh, 29-09-2016