Los internos de distintos m贸dulos y calles del recinto penal caminaron en procesi贸n hacia la Puerta Santa instalada al ingreso del gimnasio. Primero se bendijo el fuego, luego el agua y finalmente la Puerta. Frente a ella todos vivieron un momento de oraci贸n personal en la que hicieron un examen de conciencia, y todos los que experimentaron arrepentimiento, cruzaron la Puerta, pidieron perd贸n y recibieron bendici贸n.
La misericordia posibilita el encuentro con el pecado y por sobre todo, el encuentro con el perd贸n amoroso del Padre. Este a帽o Santo ha sido un verdadero regalo para el alma de nuestra Iglesia y del pueblo de Dios.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas
CECh, 15-11-2016