El trasfondo de la pandemia es el drama humano de los más pobres y desprotegidos
Obispos y administradores estiman que Chile solo estará sano en solidaridad y justicia. "Queremos que nadie se sienta solo en este tiempo, que a nadie le falte una voz esperanzadora", afirman en mensaje conclusivo de la 120ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, realizada esta semana por video conferencia.
"No nos salvamos solos" es el tÃtulo del mensaje, dado a conocer este viernes 24 de abril, luego de concluir la 120ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, que dedicó la casi totalidad de sus sesiones a abordar las consecuencias de la pandemia del coronavirus “Covid-19†en la sociedad y en la Iglesia en Chile.
En su reflexión, los obispos y administradores animan a los católicos y a todos los ciudadanos a actuar con responsabilidad, siguiendo estrictamente las indicaciones de la autoridad sanitaria en cada lugar y momento, cuidándonos unos a otros, y muy especialmente a los más vulnerables.
Afirman que se sumarán esfuerzos desde la Iglesia para ofrecer una red de acompañamiento, escucha y solidaridad. "Queremos que nadie se sienta solo en este tiempo, que a nadie le falte una voz esperanzadora", sostienen.
No nos salvamos solos
Además de poner a disposición de la autoridad recintos e instalaciones que se necesiten, anuncian que toda la pastoral social e instituciones de la Iglesia, a nivel nacional y en cada diócesis, están trabajando en proyectos que nos permitan una efectiva asistencia a los mas afectados por esta situación.
Junto con apreciar las polÃticas públicas que van en ayuda de los más necesitados, invitan a "vivir una solidaridad que nos comprometa y que exprese fuertemente nuestro deber de fraternidad, que brota del Evangelio".
Con "infinito agradecimiento", reconocen el generoso compromiso de autoridades polÃticas, del personal sanitario, auxiliares, agentes de seguridad y de las Fuerzas Armadas y de Orden, empresarios, trabajadores y voluntarios de distintos ámbitos que, con su esfuerzo, han permitido la atención de los enfermos y la ayuda a toda la población.
La Iglesia seguirá utilizando de manera creativa la televisión, radio y plataformas digitales para que la Palabra de Dios y las celebraciones litúrgicas lleguen a los hogares. Los obispos y administradores agradecen el esfuerzo que han realizado los sacerdotes, diáconos y personal consagrado en este sentido.
Antes que sanitario o económico, el trasfondo es el drama humano
Recuerda el mensaje que la dignidad de la persona humana debe ser el centro de toda polÃtica pública, y el paÃs espera de todos los actores y autoridades una actitud dialogante, no confrontacional.
Agregan los pastores: "En Chile y en la Iglesia hay todavÃa muchos asuntos pendientes que no pueden ser olvidados. Las mesas de diálogo social que hoy se han abierto por la pandemia son un camino para retomar la búsqueda de un Chile más justo, solidario y dialogante".
Además, estiman que ahora es tiempo de valorar la vida de los otros, de vivir austeramente, de revisar el modo en que nos relacionamos como pueblo y con la Creación. "Cuidarnos significa, ante todo, reconocernos como hermanos y tratarnos con respeto".
Chile solo estará sano en solidaridad y justicia
Recordando el sentido de la resurrección de Cristo y su triunfo sobre la muerte, los obispos expresan: "Podremos recuperarnos del Covid-19, pero Chile solo estará sano cuando podamos, superando el odio, la indiferencia y violencia, reconstruir las relaciones fraternales en solidaridad y justicia, a las que Jesucristo nos invita".
Finalmente, confiados en la intercesión de la Virgen del Carmen, “salud de los enfermos†y “consuelo de los afligidosâ€, enfatizan que "nuestra esperanza se nutre de la certeza del Dios-con-nosotros que siempre vence el mal".