Los obispos expresan sus condolencias a las familias de las personas fallecidas, "rogando al Dios de la Vida que les sostenga en la esperanza", y "con cordial cercanÃa" oran por la pronta y total recuperación de quienes padecen la enfermedad.
Efectos sociales devastadores
Los pastores añaden que el efecto de esta pandemia trasciende el ámbito de la salud pública y está causando efectos sociales que pueden ser devastadores en una parte importante de la población. Se refieren a la drástica caÃda de la actividad económica y al aumento sustancial en el desempleo, por lo cual importantes sectores han visto disminuir fuertemente sus ingresos.
"Los más pobres muchas veces deben soportar situaciones de falta de alimento y hacinamiento en sus hogares, lo que se agrava en el caso de los migrantes que no cuentan con casa, trabajo ni redes de apoyo, o el de los adultos mayores temerosos en sus hogares sin poder salir. Esta crisis se va agudizando con el correr de los dÃas y es posible prever que se mantendrá por meses", manifiesta el texto episcopal.
Los obispos invitan a todos los chilenos a un esfuerzo solidario: "Llamamos con urgencia a todas las personas e instituciones que puedan apoyar, con recursos económicos y materiales, difusión y voluntariado, las innumerables campañas solidarias, que se multiplican a lo largo de Chile.
Cuidarnos y cuidar a los demás, respetar las normativas
A juicio de los pastores, el primer compromiso que todos podemos y debemos asumir en la hora presente, "es que cada uno de nosotros asuma personalmente la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a los demás. Cumplamos el deber cÃvico de respetar las normativas sanitarias y las restricciones dispuestas por la autoridad, por el bien de todos. ¡La vida y la dignidad de las personas siempre está primero!"
Mucho más que cifras: la vida y dignidad de cada persona está primero
Finalmente, los obispos agradecen "el compromiso y desvelo del personal de salud y de muchos servidores públicos cuya vida se ha trastocado por esta pandemia. Son tantas personas que se esfuerzan dÃa a dÃa en silencio, arriesgando sus vidas para ayudar a que otros se recuperen, puedan comer y se levanten de las penurias. A todos ellos gracias por enseñarnos cómo se construye Chile.