El Grupo de Trabajo Venezuela (GTV), conformado por representantes de 18 Caritas nacionales de Latinoamérica, América del Norte y Europa, analizó la situación recogida en terreno, evaluando su accionar y consolidando la experiencia que ha hecho la Iglesia católica durante más de tres años de trabajo humanitario y acompañamiento sostenido que ha favorecido a más de un millón de venezolanos vulnerables, dentro y fuera de Venezuela.
Desde el inicio del éxodo venezolano, la iglesia Católica, a través de la red Caritas, ha actuado con fraternidad y diligencia para asistir, recibir, proteger e integrar a más de 5 millones de hermanos que han sido expulsados de su país debido al profundo deterioro de las condiciones esenciales para una vida digna, que han cercenado desde las libertades políticas hasta el derecho mínimo a la alimentación, a la salud y a la vida.
Siguiendo con su labor, durante el mes de septiembre pasado, el Grupo de Trabajo comprometido con el mandato humanitario recibido, bajo “el imperativo de escuchar el clamor de los pobres que se hace carne en nosotros”, declara con gran preocupación que la devastación en Venezuela es evidente, que la situación de los venezolanos es insostenible, al no subsanarse las causas estructurales de la crisis humanitaria compleja dentro del país, y que lamentablemente las condiciones socioeconómicas en los países de acogida de la región se ha debilitado, afectados por la pandemia del COVID 19 y fenómenos climáticos de gravedad.
Ante lo analizado y recogido durante el trabajo efectuado, el Grupo realizó una declaración oficial que fue lanzada públicamente por Caritas Internationalis.
Leer declaración completa a continuación.
Fuente: Caritas Internacional
CECh, 14-10-2020
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