Chile es un país propenso a sufrir multiples eventos adversos que en ocasiones resultan en grandes desastres. Los terremotos, tsunamis, incendios forestales, sequías, aluviones, inundaciones, plagas, erupciones volcánicas, tornados y trombas marinas, entre otros fenómenos, hacen imprescindible que el actuar frente a estas amenazas sea de manera coordinada junto a los actores del sistema de prevención y respuesta. Para ello, es fundamental conocer buenas prácticas que han realidado las comunidades con el propósito de difundir acciones que puedan animar a realizar procesos tranformadores y vinculantes en los territorios expuestos a sufrir situaciones de emergencia sin la adecuada gestión de sus riesgos.
“Preparar y empoderar a la comunidad es fundamental”
Preparar y empoderar a la población en temáticas relacionadas a la prevención y a la gestión del riesgo de desastres, es fundamental para elaborar planes de acción que les permitan actuar de forma correcta y a tiempo ante la ocurrencia de un desastre de origen socionatural, señalan los expertos presentes en el Webinar “Buenas Prácticas de Gestión Comunitaria para la Reducción del Riesgo de Desastres” .
Mauricio Núñez, miembro del equipo profesional de Fundación Crate, organización que trabaja con las comunidades de la zona del Maule, señaló que el cambio climático ha potenciado una variación en el paisaje de las localidades, por lo que considera que una correcta identificación de las amenazas reales y potenciales junto a vecinos y vecinas, también permite identificar oportunidades de acción de recuperación de la naturaleza.
En esta elaboración de planes relacionados a las buenas prácticas, el profesional hizo referencia a un concepto poco conocido: la Agroforestería, una estrategia que según el Ministerio de Agricultura se orienta a permitir actividades productivas en condiciones de alta fragilidad, con recursos naturales degradados, mediante una gestión económica eficiente, alterando al mínimo la estabilidad ecológica, lo cual contribuye a alcanzar la sostenibilidad de los sistemas de producción y, como consecuencia, mejorar el nivel de vida de la población rural, y que fue considerada como buena práctica, por todos los invitados de la jornada.
Replicar estrategias que tengan un impacto positivo en las comunidades, significa también educar e informar. A lo ya anteriormente mencionado, se suma la importancia de generar paisajes de retención para controlar la sequía, e incorporar la práctica de cosechar agua durante la época de lluvia. Es decir, se trata de valiosas prácticas y estrategias que se sitúan en la perspectiva de la ecología integral, como respuestas comunitarias pertinentes frente a la crisis socio ambiental y climática que enfrentamos.
Para los participantes, este levantamiento de iniciativas en conjunto con las instituciones y las poblaciones, permite trabajar con una mirada que sea compatible con el entorno, lo que permite que las personas puedan reconocer los peligros de las zonas que habitan, levantando propuestas que estén orientadas a mitigar los impactos que se puedan producir en la zona por la ocurrencia de turbulencias de amenazas. En resumen, hacer un buen mapeo de zona, es fundamental para avanzar en más y mejores prácticas de prevención.
Participaron de este webinar Gloria Valdivia Moreno, Junta de Vecinos de Comunidad Las Pitras, Comuna de Los Ángeles, Mauricio Nuñez González, Miembro del Equipo Profesional de Fundación CRATE, Carlos Bernales Espinoza, Director Regional de ONEMI MAULE y Ana Rolón Portillo, Ingeniera en Ecología Humana de Paraguay.
Compartimos el encuentro completo aquí.
Fuente: Comunicaciones Caritas Chile
CECh, 17-10-2022